lunes, abril 16

Ladillas..


Pegado a esta sociedad, como un asqueroso parásito que sin importarle como ni por que medios sobrevivir, aún que sea de la manera más sucia e indigna..
Utilizando a cada persona en la que ve un poco de inocencia (un terrible mal que atenta contra tu integridad física y psicológica en estos días), colgándose de ellas como una vil Ladilla, chupando hasta la más mísera gota de sangre que pueda extraer.. Por que solo eso le importa.. Sacar provecho.. No importa como.. ¡NO!; no importa si hace daño.. ¡NO!. Sólo importa si puede sacar algo para sí de todo lo que hace.
Ese ser pútrido que vemos deslizarse nauseabundamente por los límites de lo soportable y la lástima colectiva. Ese ser que corroe las mentes de los débiles y necios, engatusándolos con vanas palabras y endulzando el amargo y letal veneno de su lengua con un poco de empalagosa y descompuesta mil de frases lisonjeras.. Manipulado destruyendo y arrollando con todo lo que se atraviesa en su camino.

Pero como un buen parasito, no puede luchar por lo suyo.. Se oculta tras las espaldas de los necios haciéndolos librar sus batallas, recibir sus golpes y sufrir las consecuencias de lo ocurrido.
Se ocultan tras falsos nombres o absurdos anónimos que cubren su vergüenza y su odio hacia ellos mismos. Ligeras máscaras que dejan entre ver parte de sus erosionados rostros, gastados por la rabia, manchados por la envidia, opacados por la falta de risa, marcados con las cicatrices de su propia lástima.
Seres que no han ganado ninguna batalla, y que se vanaglorian de triunfos ajenos tomándolos como suyos, para así no sentir tan miserables y vacías sus vidas.
Seres que roban risas y succionan almas de aquellos inocentes imbéciles que se creen sabios en sus propias opiniones; Seres que chorrean resentimiento y odio contra las personas que son lo que ellos nunca pudieron ni podrán ser.
Avergonzados parásitos que hunden a las grandes personas en un afán de sobresalir en su miseria y mediocridad; Ladillas incapaces de surgir en este mundo, y lo saben, por eso absorben mentes, destrozan sueños y arrastran a muchos hacia esa trampa mortal que anuncia su sucia lengua.
Gente Mediocre que no es capaz de asumir sus propios errores, sus falencia o necesidades; Gente incapaz de reconocer o admirar algo que no sea su destruido y malogrado ego.



Escribo para dos lectores:

*Para aquellas “Ladillas” que saben que hablo de ellas y se sienten intimidadas e identificadas con tanta verdad, pero que ahogan sus culpas con críticas absurdas, superfluas y vanas.

*Y para todas aquellas personas que creen saber de quienes hablo.. Les advierto.. Esa gente es nociva.. Así que dense un buen baño, échense insecticida o mándese a desparasitar.. o por último llamen a control de plagas.. Por que estos parásitos se multiplican como células sin p53.. (Chiste intelectual).. ¡Oye Anónimo explícame el chiste!.. ( :: ).


Con mucho aprecio..

..Bendiciones a TODOS.

-Giacaman Alejandra-

miércoles, abril 4

Multitud no es compañía.

Una luz blanca segó mis ojos.. Por unos segundo creí ver todo, lo cual se transformó en nada, un nada con sabor a tristeza, una tristeza que llena tu vida de recuerdos, recuerdos que sobrecogen tu mente y hacen que todo vuelva en sí.. Aun que.. Realmente no vi nada..
Caminé solo por aquellas calles y rodeado de gente, cientos de personas que perseguían una escurridiza vida que se les iba lenta pero desesperada de las manos. Todas aquellas personas acompañándome en esta soledad, soledad acompañada.. La cual es la más sola.
Me cuesta imaginar como tantas personas comparten tu misma situación, espacio, tiempo, momento o lugar y sigues estando solo. ¿Cuantas personas chocan con tus codos, pasan a llevar tus hombros, se estrellan contra el libro que llevas bajo el brazo, o solo miran hacia donde estas Tú como si no hubiese nada..?.. Las he visto, son muchas.
Cuando ya no pude visualizar más hojas secas que triturar con mis desganados pies, para deleitarme con el sonido, sentí el cansancio que llevaba sobre mi cuerpo; decidí sentarme, sentarme en una banca común e independiente. Llevaba un rato sentado cuando una joven se sienta a mi lado, con cara de desconcierto, y ojitos de melancolía. La miré fijo por unos segundos, sus indeterminados rulos negros caían tímidamente por su carita blanca. Sus ojitos pardos me engañaban diciéndo que eran amarillos. Una sonrisa opaca ocultaba algo, algo que mis ojos investigaban discretos, para no advertirla de la inspección; Una carcajada vulgar y profunda me azotó contra el piso; Ella también estaba tan rodeada de gente como yo, es decir, estaba Sola.
Un sonido agudo retumbó en mis oídos, largo y constante..Sentía como si todas las personas de aquellas callezuelas me hablaran a mí, al unísono, con una firmeza y determinación de uno de esos que se auto bautizan amigos.
Me estrellé contra la tierra y ella miraba incesante su reloj, una y otra vez..Vi algo en sus ojos, sus pupilas se ahogaban, sádicamente las dejaba morir en esa inundación intencional.. ¿Qué te ocurre? pregunté tímido, pero no hubo respuesta.. Reiteré la pregunta.. Pero nuevamente no hubo respuesta.. Al repetirla por tercera vez me percaté que preguntaba sin voz.. Las palabras salían como camicases de mi garganta, pero tímida y recatada, mi voz se negaba a aventurarse de aquella manera tan arriesgada.
Firme e insegura mi sola acompañante se levantó de la banca, y con paso vacilante se dirigió hacia algún lado, no dudé, me pare raudo y emprendí el camino tras ella.. Decido a escoltar su soledad. Si apuraba el paso, yo aceleraba, si frenaba bruscamente, yo buscaba la excusa para detenerme.. La seguí palmo a palmo, textual en lo que hacia.
La escolté por horas, protegiéndola en silencio de todo, celándola de aquellos que la miraban, ahuyentando los fantasmas del recuerdo que la penaban.. Pero seguía sola. Se detuvo de improvisto, al borde de una Avenida, más gente nos rodeaba, metió su delicada mano al bolsillo izquierdo de su chaqueta, sacó algo, miró a su alrededor e hizo parar una Micro, una 403 para ser preciso, traté con desesperación de alcanzar su mano y decirle ¡ALTO!.. Mi dedo índice derecho rozó suavemente las puntas de los dedos anular y meñique de su mano izquierda, pero las puertas de la Micro interrumpieron inesperadamente el sentir de mis manos y el soñar de mi mente..La miré fijo, se sentó en la octava fila, en el asiento que daba hacia la venta donde la vigilaba, la seguí mirando pero ya no disimulaba, ya no era de contrabando, ahora era con un grito desesperado de fe y desconsuelo. Sintió el peso de mis ojos, volteó hacia la ventana, posó sus ojos en mi mirada y la luz blanca segó mis ojos mientras el sonido agudo retumbaba en mis oídos, incliné levemente la cabeza mientras partía la micro y me separaba de ella.
Pero algo no entendí que ahora entiendo, nuca estuve con ella, siempre estuvimos solos.